Una mujer, comisionada para la CICIG
Mi preferencia, que una mujer lidere una CICIG alicaída, golpeada por conductas impropias de quien se coludió con intereses que no fueron los del mandato de la CICIG. Cierto es que Frank Larrue excomisionado presidencial de derechos humanos y Eduardo Stein, como vicepresidente de turno, fueron encargados de moldear el mandato original (CICIACS). Además, cual ortodoncistas, enviados por quienes observaron en su redacción dientes afilados, dispusieron recomponerlos con la aquiescencia ingenua de personajes vinculados a organismos de derechos humanos, y así persuadieron a la secretaría política de las Naciones Unidas. El costo: una CICIG pobre en resultados.